Porsche es sinónimo de valores fuertes como lo son la imparcialidad, la responsabilidad, el respeto y la confianza mutuos, la transparencia y la actuación, ante cualquier circunstancia, de una forma ética. Estos valores se aplican a la forma en la que los directivos y los empleados se relacionan entre sí, así como a su relación con los clientes, los socios comerciales y las autoridades gubernamentales. Únicamente mediante la adhesión a estos valores se pueden establecer y mantener relaciones comerciales a largo plazo, resolver conflictos abiertamente, rectificar errores de forma orientada a la solución y garantizar la confianza en el liderazgo y la cooperación.