A ambos trayectos los separan más de 5.000 kilómetros y 60 grados Celsius. El rodaje del clip para redes sociales Drive2Extremes.
Un globo aerostático sobrevuela infinitos pinares. Un deportivo derrapa en la nieve. Entre ambos, pasa un dron a toda velocidad, se precipita dramáticamente hacia al abismo y da vueltas velozmente alrededor del vehículo. ¿Paisaje invernal? Los ojos apenas perciben cómo de repente la escena se ha trasladado al desierto. La música acompaña los dinámicos movimientos de la cámara y del vehículo como una sinfonía de contrastes. Los extremos de esta película de acción vienen marcados por los lugares del rodaje: nieve en Finlandia y arena del desierto en los Emiratos Árabes Unidos. El protagonista del clip es el
El segundo héroe permanece en segundo plano. Johnny FPV está de pie sobre un suelo helado, unos cien kilómetros al norte del círculo polar, mientras que goza de las imágenes a vista de pájaro. Lleva unas gafas negras de vídeo y en sus manos sostiene un mando a distancia. Los guantes le protegen del gélido frío, el mayor reto en el rodaje. Una área acordonada con pistas de hielo preparadas, la
«Es importante tener un estilo de vuelo único, crearse su propio distintivo».
Nacido en Chicago como Johnny Schaer hace 25 años, su nombre artístico incluye el acrónimo FPV, que significan First Person View, es decir, su pasión: filmar en primera persona. Gracias a unos ultraveloces tiempos de transmisión, el piloto ve prácticamente en vivo con el ojo de la cámara del dron. Más adelante el espectador experimentará casi físicamente la espectacular maniobra aérea. Johnny FPV ama la velocidad, los automóviles y volar, y es famoso por sus maniobras especialmente ágiles. Es el mejor en lograr que el espectador se convierta en parte de su película. Descubre nuevos horizontes y recrea sorprendentes dimensiones técnicamente perfectas. Quien le observa trabajando con su dron puede sentir cómo se enlazan entre sí los mundos virtual y real.
La película Drive2Extremes.
Schaer adquirió su primer dron a los 15 años, pocos días después el segundo y poco más tarde el tercero. Practicó y practicó hasta que fue mejorando la técnica y se convirtió en un profesional. «La coordinación de los ojos y las manos es decisiva para ser un buen piloto. El resto es una mezcla de trabajo duro, buenas ideas y talento», cuenta. En Drive2Extremes la mayoría de las tomas son dinámicas, el vehículo se desplaza hacia adelante y el dron en todas las direcciones. Johnny ha desarrollado un estilo propio con el que magnetiza a las personas. «Es importante tener un estilo de vuelo único, crearse su propio distintivo. Mis vídeos llevan mi firma, no tiemblan, son precisos y fluyen». En siete años ha alcanzado el Olimpo de los pilotos de FPV. «Es fascinante observar y sentir con qué fuerza se comporta el
Texto publicado en el número 399 de Christophorus, la revista para clientes de