El rendimiento hace escuela
La
El rugido de los motores bóxer retumba en todo el circuito. Los frenos chirrían. En el circuito de Hockenheim, a principios de agosto de 1974, el aire huele a goma, aceite y gasolina. Los pilotos de los nueveonce conducen a toda velocidad por el circuito no sólo pendientes del cronómetro, sino también en busca de la trayectoria ideal. Tranquilos, reposados, controlados. Algunos deportivos zigzaguean junto a ellos por carriles marcados por conos de seguridad, se deslizan por zonas inundadas y esquivan obstáculos aparecidos de repente. Hasta aquí todo está claro. Pero la diferencia es que no conducen pilotos profesionales, sino conductores normales. Son alumnos de la recién fundada Escuela de Conducción de
Lo que hace 40 años comenzó como un cursillo para algunos amantes del automóvil se ha convertido en la escuela internacional
«Nosotros» son los instructores o entrenadores. Uno de los 100 instructores que hay en todo el mundo es Carsten Dreses, que describe así los objetivos: «Queremos transmitirles el tacto, el arte de saber interpretar el automóvil y así entenderlo mejor. Si el piloto sintoniza con el automóvil, automáticamente se siente más seguro cuando está conduciendo, y a su vez lo hace más rápido». A sus 43 años ya sabe de qué está hablando: como ocupación principal es ingeniero de desarrollo de
«Hoy, como hace 40 años, lo que cuenta no es aprenderse de memoria una teoría aburrida, sino disfrutar de la conducción», reconoce su compañero Klaus-Peter Krüger. Este ingeniero de 57 años trabaja en
«Antes no podías confiar en los sistemas de aistencia», cuenta Krüger a su compañero. «Había que saber qué pasa en determinadas situaciones». Como en el primer 911
El
Los profesores son experimentados. Proceden directamente de la «universidad» del circuito de carreras o del «laboratorio de pruebas» de Zuffenhausen o Weissach. Son trabajadores de
Las clases de hace 40 años no se diferencian mucho de los entrenamientos actuales. Se explica la posición correcta del asiento, se coloca el respaldo más recto y se calienta el motor. Los ejercicios no son fáciles y permiten maniobras imposibles en carreteras públicas: el comportamiento correcto cuando de repente aparecen obstáculos o en curvas que se cierran, la conducción en circuitos de slalom o en chicanas, patinaje sobre una superficie resbaladiza y cómo encontrar la trayectoria ideal. Al final se evalúan la técnica y el estilo. «Ya entonces los objetivos de los ejercicios eran la reacción rápida en situaciones críticas y el conocimiento de los límites», dice Klaus-Peter Krüger.
Si los primeros cursos aún se basaban en el talento de los instructores para improvisar, en la actualidad están claramente estructurados y organizados. Los contenidos se imparten de forma más compacta y a la vez se ha incrementado el placer de conducir. El entrenamiento dura entre uno y tres días, dependiendo del curso. «Nuestra oferta se dirige a todos los conductores, desde principiantes a pilotos de carreras, ya que los cursos se adaptan a ellos. Hace 40 o incluso hace 20 años esto todavía no existía», afirma Krüger. Además del clásico entrenamiento en circuitos de seguridad y de carreras, hay también cursos offroad y de invierno.
También han cambiado los deseos de los participantes. Los clientes tienen cada vez más interés y son más exigentes. No sólo desean conducir más seguros y mejor, sino también comprender qué hace un vehículo y cómo lo hace», dice Carsten Dreses, y Krüger asiente con la cabeza. Los profesionales conocen a la perfección las diferencias y los detalles de los
El propósito de los cursos es la conducción segura, precisa y previsora y la manera de gestionar la velocidad. «Muchos conductores manejan demasiado inquietos, están demasiado nerviosos. Con más tranquilidad y relajación la conducción se vuelve automáticamente más suave», afirma Dreses. Cuando se conduce bien y seguro, se disfruta más: «Por ello, en los niveles de entrenamiento Precisión y Rendimiento enseñamos primero a frenar correctamente y a dominar el vehículo», explica el ingeniero. Los conductores con ambiciones deportivas pueden mejorar sus capacidades en el curso Master, y una vez superado el Master RS se otorga la Licencia A de la Federación Alemana de Automovilismo. La oferta de cursos (dcha.) comprende además entrenamientos especiales de invierno en Finlandia, donde los alumnos aprenden la física de la conducción sobre hielo y nieve. «Para redefinir los límites hay que conocer primero los de uno mismo», dice Dreses. Los ejercicios son ideales para ello. «Nuestros clientes ya tienen los vehículos perfectos, lo que pretendemos nosotros es que también sepan poner en funcionamiento correctamente esta herramienta».
Texto Fabian Hoberg
Historia
Hitos de 40 años de
El mayor rendimiento posible. Esta norma rige en la
1974
Se inaugura la Escuela de Automovilismo de
1977
Primeras ofertas internacionales de entrenamiento (Bélgica, Francia, Austria)
1986
Se incluyen en la oferta de la PSDS cursos especiales para mujeres
1990
Tienen lugar en Austria los primeros entrenamientos en seguridad de la conducción sobre nieve y hielo
1996
2002
Se introducen en la oferta de cursos los circuitos de rodaje y de pruebas de
2004
Introducción de los primeros entrenamientos específicos (por ejemplo, curso de drifting g-Force)
2005
A partir de ahora los participantes pueden realizar los cursos también con
2007
Se estandarizan las actividades internacionales y se cambia el nombre a
2010
Primer evento dirigido explícitamente a vehículos clásicos
2012
Se ofrecen por primera vez entrenamientos exclusivos para grupos pequeños con un instructor personal
2014
La