Un arco triunfal
El
El marco escénico parece la fotografía de una representación de ballet. Primero está esa subida impetuosa a la que sigue una recta suave para, finalmente, volver a descender otra vez. Y a continuación, aún hay que girar a la izquierda (visto desde el lado danés). Como una secuencia de pasos de baile inmortalizada en una instantánea que exhala una majestuosa elegancia y una serena ligereza. Para ser un puente, por lo general siempre tan cargados de valor simbólico y con una estructura tan pesada, el puente de Oresund entre Dinamarca y Suecia desprende una liviana elegancia.
Sobre todo en la alborada. Una suave niebla se extiende juguetona sobre el mar envolviendo los pilones en una especie de abrazo, mientras los primeros rayos de sol se reflejan ya en el asfalto. La carretera sigue mojada de la lluvia que cayó por la noche y apenas hay tráfico. El
De repente, se presenta una vista impresionante. A través de la capota abierta aparecen los cuatro pilones de 204 metros de altura unidos al puente elevado por medio de 80 cables oblicuos dispuestos en forma de arpa. El puente elevado es la parte central que se extiende a lo largo de 490 metros a 57 metros sobre el mar. El puente en sí mide 7,85 kilómetros y toda la travesía tiene una longitud de aproximadamente 16 kilómetros. Comienza en el lado danés con un túnel de cuatro kilómetros que conduce a la isla artificial llamada Peberholm (islote de la pimienta) y, a partir de ahí, comienza el puente propiamente dicho.
Esta obra, que durante décadas tuvo que salvar numerosos escollos políticos, tuvo un coste total de mil millones de euros y se contruyó en menos de cinco años: se comenzó a construir en noviembre de 1995 y se inauguró el 1 de julio de 2000. Dado que el puente de Oresund se terminó casi al mismo tiempo que el puente del Gran Belt, los países europeos se acercaron un poco más entre sí. Ahora ya sólo falta la unión a través del estrecho de Fehmarn. Por cierto, por debajo de la autopista de cuatro carriles del puente de Oresund discurre la línea ferroviaria de dos vías que une Copenhague con Malmö. Pero… ¿quién iba a querer utilizar el transporte público pudiendo hacer el mismo recorrido sentado al volante de un
El
El nombre se debe, por un lado, al ancho arco antivuelco previsto detrás de los asientos que, al igual que el escudo medieval denominado «targa» en italiano, sirve de protección y, por otro lado, también hace referencia a la carrera
El techo del
El
Con techo, el
También es una forma de ballet lo que ejecuta el nuevo 911
«Imagínese que se vuelve a encontrar con el amor de su juventud. Y aún es más bella ahora que entonces». Así es como
El año pasado, tras un concierto en Malmö, el grupo Manic Street Preachers se dirigió a Copenhague a través del puente de Oresund. De repente, en mitad del puente, Nicky Wire, bajista y autor de la letra de las canciones del grupo galés, tuvo la sensación de que ya no podía más y decidió abandonar el grupo. Un lugar muy peculiar para tomar semejante decisión, pues los puentes tienen un alto valor simbólico como nexo de unión. Esta experiencia le inspiró a Nicky Wire a escribir la canción «Walk Me to the Bridge», que se publicó el año pasado en su nuevo álbum «Futurology». Por cierto, tras la travesía cambió de opinión y decidió quedarse con los Manic Street Preachers.
Texto Peter Ruch
Fotografía Steffen Jahn
911 Targa 4 GTS
La designación GTS significa en