«10 minutos de auténtica locura»
Este año, la Pikes Peak International Hill Climb celebra 100 años de existencia. Jeff Zwart es el piloto que más veces ha corrido al volante de un
Jeff, ¿en qué año participaste por primera vez en la «carrera hacia las nubes»?
La primera vez que corrí la Pikes Peak en un
¿Qué
El mismo 964
¿Por qué es tan especial esa carrera de montaña?
Tienes una semana para entrenarte y luego una única oportunidad. Solo tienes esa única vuelta. Así que todo se lleva al límite: la temperatura del motor, el desgaste de los neumáticos e incluso tu propio cuerpo, por la falta de oxígeno. La montaña es un organismo de por sí: abajo, en la salida, puede hacer sol y calor, mientras arriba, a 4.000 metros de altura, puede estar nevando. Nunca sabes con qué te vas a encontrar.
¿Dónde se decide la carrera?
El tramo de arriba es velocísimo, vas prácticamente a ciegas. A esa altitud ya no hay árboles que te sirvan de orientación y tu único quitamiedos es el horizonte. Ahí arriba hay que correr un riesgo. Quien es capaz de ello y conoce bien el terreno juega con clara ventaja.
¿Por qué crees que un
Cuando me subo a un
¿Cómo te mentalizas para la carrera?
Tengo un ritual que repito siempre: la noche antes cojo el coche de alquiler y subo a la cima para disfrutar un momento de las vistas. Solo entonces me puedo ir a dormir.
La Pikes Peak es especialmente difícil de conducir. No quiero quitarles mérito a los circuitos, pero he participado en tantas carreras de carretera que me puedo permitir esta opinión. Con 156 curvas, es imposible conocerla entera de memoria. Y a las velocidades que alcanzamos –235 km/h en una carretera pública de dos carriles prácticamente sin quitamiedos– el riesgo es alto. Y la presión también: solo tienes una oportunidad para demostrar de lo que eres capaz. Esos 10 minutos y 20 kilómetros son una auténtica locura.
Texto Bastian Fuhrmann
Pikes Peak
Primera carrera: 4 de julio de 1916
Altitud de salida: 2.862 m
Altitud de meta: 4.301 m
Longitud: 19,99 km
Curvas: 156