Una mujer. Un cielo azul. Montañas. Un árbol hibernando. Unos palos de esquí apoyados en su tronco. La mujer, que lleva un jersey a rayas negras, rojas y doradas, se ata el zapato. Detrás, un Porsche 356 A plateado mate aguarda sobre una fina capa de nieve. Así apareció, en julio de 1952, la primera edición de nuestra revista Christophorus. Una cubierta que ni pintada. Ilusión, felicidad, estilo, placer, todo junto.

374 números y 64 años más tarde: un Porsche naranja rojizo. Número 54. Bajo, ancho, a punto. Y un hombre que protege su coche como un icono. Ojos despiertos. La cara marcada por arrugas y surcos como un diccionario de la vida. Pura pasión por lo que fue. Lo que es. Y lo que será.

Pasado y futuro. Futuro y pasado. Dos caras de la misma moneda: Porsche. Christophorus tiene muchos años, es una de las revistas de automóviles más viejas del mundo. Esta edición es nueva, ampliada: sentir Porsche, entender Porsche, experimentar Porsche. Un lenguaje textual y visual claro, generoso en el formato, con más aire para respirar. Muestra hacia dónde va Porsche y también de dónde viene Porsche. Y el mismo Christophorus. El logotipo en la portada, la mano protectora del santo. De nuevo cuatro sílabas dispuestas desordenadamente en cuatro líneas: Chri – sto – pho – rus, como entre 1962 y 1992. Reminiscencia de tres décadas del siglo pasado, una reverencia ante la tradición. Sin pasado no hay futuro.

Información, fascinación, emoción, coches. Pero son las personas las que viven, experimentan, sueñan. Este número trata de ellas, vive de ellas, es para ellas. Cinco veces al año. 585.000 ejemplares por edición. Diez idiomas. En papel y online. Mundo interactivo. El ser humano en el centro. Cercanía. Vinculación. Sentimiento: a veces Porsche es una aventura. A veces simple cotidianidad. A veces incluso amor. Pero Porsche siempre es una experiencia.

Venga de donde venga, vaya a donde vaya, nuestro Christophorus le acompaña.