Porsche - Trabajo mental
Trabajo mental
 

Trabajo mental

El camino a la victoria comienza en la mente. Seis años tuvo que esperar Sven Müller para lograr su primer gran triunfo en la Fórmula 1. En el momento en que perdió el miedo a la derrota, ganó.

Las nubes atraviesan el Circuito de las Américas en Austin (Texas), a 24 grados a la sombra y casi 40 dentro del automóvil. En menos de una hora se dará la salida a 27 pilotos de 14 países. Uno de ellos obtendrá la victoria general de la Porsche Mobil 1 Supercup: Sven Müller. Tras 31 minutos y 8,105 segundos queda claro que no ha conseguido ganar la última carrera de la serie, pero el puesto número ocho es suficiente para finalizar la temporada 2016 con el puño alzado de la victoria. Müller nunca ha pilotado con tanta precaución ni ha dejado pasar a tantos pilotos como ahora. Solo un punto le separaba de su sueño y ahora ha llegado a la cima del podio.

Antes de la carrera, Müller de 25 años, se ha recogido. En el pasado nunca se subía al vehículo sin un ritual: antes de la salida escuchaba su canción favorita de ese momento. Pero entretanto ha abandonado esta costumbre, porque según dice se pondría demasiado nervioso si al final alguna vez se le olvidara hacerlo. Así es que se está concentrando para tener una buena salida. En los últimos meses ha recorrido en repetidas ocasiones los 5,516 kilómetros del circuito de Austin: algunas veces en su Porsche 911 GT3 Cup de 460 CV, y muchas más desde el sofá de su casa en Bingen am Rhein con el mando de la consola en la mano. Después de la carrera contará que antes de tomar la salida no se ha sentido nervioso, sino solo extremadamente abstraído y concentrado para la victoria.

Al día siguiente Müller tiene agujetas, pero no tantas como las que sintió hace tres años tras sus primeras vueltas al circuito de Nürburgring. «En aquel entonces estaba tan nervioso que me senté mal en el asiento, y a las 10 vueltas los dolores se volvieron insoportables». Y se ríe por haber hablado de «aquel entonces». Pero quien ha empezado a conducir un kart a los seis años, participado en el Campeonato de Europa a los 12 y pasado a la ADAC Formel Masters con apenas 19 para acabar en las carreras de Fórmula 3, bien se puede permitir hablar de «aquel entonces».

[+]

Concentración

Müller, originario de Maguncia, participó en el programa junior de Porsche, y desde comienzos de esta última temporada es piloto oficial de Porsche. Por fin su sueño se convertía en realidad, pues no siempre las cosas habían salido como el año pasado. En ocasiones perdió puntos y de vez en cuando le abandonó la suerte, pero nunca perdió el ánimo. A pesar de sufrir muchos reveses, este joven de 25 años en ningún momento perdió su objetivo de vista. «Siempre quise ganar», afirma, y comenta apasionado su victoria en la Porsche Carrera Cup Alemania una semana antes de la carrera de Texas. «Fue una sensación increíble que me volvió a confirmar que las carreras son mi vida». Está escrito en su brazo, «Racing is life», un tatuaje que se hizo a los 18 años.

Persecución

Müller está seguro de que si no hubiera aprendido a perder ahora tampoco podría ganar. Fueron sus ansias de ir avanzando las que en 2013 llamaron la atención de Porsche. «Saber cómo estructurar una carrera, contentarse con el segundo lugar si no hay más remedio, pero permanecer siempre delante. Sven perfeccionó estas cualidades durante su formación como piloto profesional en nuestro programa junior», explica el entrenador de los junior Sascha Maassen. Solo con estas cualidades un piloto está en situación de recuperar hasta 18 posiciones en una carrera (como hizo Müller incluso dos veces en la Carrera Cup) y transformar posibles errores en victorias a través de furiosas persecuciones. En los 27 años de la historia de la Carrera Cup Alemania ningún piloto había ganado hasta ahora 10 de las 16 carreras en una temporada.

Al Müller de ayer el éxito no le llegó de la noche a la mañana. Tuvo que esperar seis años hasta obtener sus dos títulos de campeón en el deporte de la Fórmula. Seis años en los que en algún momento dejaría de soñar en la Fórmula 1 y se sentiría más a gusto en las competiciones de GT. «Sufrí un bajón, pero aprendí a atacar de nuevo», explica.

Fuerza

El Müller de hoy es un ganador porque está en forma física y mental. Y porque sabe que una carrera no solo se gana en el trayecto sino sobre todo en la cabeza. Nada debe distraerle y ningún error debe confundirle, lo importante es transformar las inseguridades en fuerza. «Antes y después de la carrera hablo por teléfono con mi entrenador mental. Siempre encuentra palabras para darme ánimos y para ayudarme a concentrarme». Desde el primer año como junior en Porsche demostró que poseía una elevada velocidad inicial. «A partir de ahí solo quería ser más rápido. Pero esa ambición desmesurada fue mi perdición en 2015 y me quedé bloqueado». Así es que, con la ayuda del equipo, no solo perfeccionó su estado mental sino también su vehículo». El automóvil tiene que adecuarse al piloto al cien por cien. Soy sensible y me gusta el sobreviraje con un eje delantero muy agresivo», aclara este mecánico de formación que, de no haber tenido éxito como piloto, se habría incorporado a la empresa de automóviles de su padre. ¿Cuál fue finalmente la receta de su éxito en este tercer y último año del programa junior? «Una preparación perfecta, buena forma física, un conocimiento preciso del automóvil, la estrecha colaboración con los ingenieros y mucha confianza en el vehículo y en mí mismo». Y una tranquilidad interior que este apasionado de las bicicletas de carreras y las motos busca fuera del asfalto, con mucha lentitud y mucho silencio, en la pesca con caña.

Tiempo libre

«La pesca es mi hobby preferido», afirma. Müller, hijo de una suiza y un alemán, visita a menudo a su abuelo en la Suiza francófona. Cuando tenía cuatro años su grand-père le llevaba al lago. Müller habla de él con tanto cariño como cuando habla de su madre Anouk, de su padre Michael, que había competido en carreras de 24 horas, y de su hermano menor Benedikt. Müller debe a su abuelo no solo su perfecto francés, sino también el amor por la naturaleza y el saber gozar de la tranquilidad. «Me encanta estar sentado en la orilla pescando. Para mí no hay nada más bello. Sus ojos castaños brillan. Habla de «darse el gusto», no de «perder el tiempo».Habla de «echar raíces», no de «despegar». De tranquilidad y paciencia. Y quizás es precisamente esto lo que caracteriza a un ganador: no dejar que el mundo se hunda en las derrotas ni que las victorias se suban a la cabeza. Simplemente apretar el puño de pura alegría y seguir luchando en la próxima carrera.

Texto Christina Rahmes
Fotografía Theodor Barth

Porsche promociona a los nuevos talentos

[+]

Desde 1997 Porsche forma a jóvenes como pilotos profesionales de carreras. Lo que comenzó hace apenas 20 años con el equipo UPS Porsche Junior se ha convertido en un verdadero modelo de éxito: la totalidad de los 19 jóvenes pilotos que hasta la fecha han participado en los campeonatos de marcas como junior de Porsche han conseguido pasar al automovilismo profesional. Timo Bernhard (D), Marc Lieb (D), Patrick Long (USA), Michael Christensen (DK) y Earl Bamber (NZ) son hoy en día pilotos oficiales de Porsche. El programa Porsche Motorsport Junior se basa en dos módulos:

Módulo 1: cada temporada Porsche selecciona a uno o dos pilotos junior para la Porsche Carrera Cup Alemania en un proceso de clasificación consistente en numerosos tests de forma física y resistencia. Los finalistas destacados de esa fase participan en una fase de pruebas en el Porsche 911 GT3 Cup. El mejor de ellos obtiene un contrato como junior de Porsche y una beca de 150.000 euros para la Porsche Carrera Cup Alemania.

Módulo 2: los pilotos con más victorias en las competiciones internacionales de Porsche son nominados por cada una de las organizaciones de la Porsche Carrera Cup, y Porsche Motorsport los invita a una prueba clasificatoria de dos días. En ella no solo se trata de ser los más veloces en el circuito, sino que los pilotos también deben demostrar sus conocimientos técnicos y sus capacidades analíticas en el proceso de ajuste del 911 GT3 Cup. Quien supera esta prueba percibe una ayuda de 200.000 euros para participar como junior de Porsche en la Porsche Mobil 1 Supercup.