La filosofía de F. A. Porsche
La filosofía de F. A. Porsche
 

La filosofía de F. A. Porsche

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La primera piedra: todo empezó con el primer reloj de color negro, modelo de éxito de Porsche Design y todo un icono en la historia del diseño.

En el «Studio F. A. Porsche» se esbozan desde bloques residenciales de alta tecnología hasta objetos que van más allá de cualquier moda o época. No es de extrañar, pues sus principios creativos los estableció el mismo hombre que creó un objeto para la posteridad: el fundador del estudio, Ferdinand Alexander Porsche, diseñó en su momento el Porsche 911.

En ocasiones se crea cierta confusión alrededor de la palabra Porsche, como por ejemplo cuando se habla de Porsche Lifestyle Group. Este nombre suscita preguntas como: ¿es el departamento de diseño de la empresa donde se dibujan los modelos? La respuesta es no. Pero entonces ¿tiene algo que ver con el fabricante de automóviles de Zuffenhausen? ¡Por supuesto! ¿Pertenecen ambas al mismo grupo? Actualmente sí.

Antes de que continúe creciendo el desconcierto, lo mejor es contar la historia desde el principio. Al menos eso es lo que recomienda Roland Heiler, director general de Porsche Design GmbH, mientras sube a la terraza de la azotea del nuevo edificio de la empresa en Zell am See (Pinzgau), conocido internamente como «el bloque». Este puede parecer un nombre excesivamente generoso para una construcción de apenas tres plantas. Pero lo cierto es que en la apacible localidad austriaca sobresale bastante.

Desde la azotea, Heiler, de 58 años, apunta hacia el norte señalando un grupo de edificios que parecen conformar casi un pequeño pueblecito. «Es Schüttgut, la finca austriaca de la familia Porsche. Allí creció Ferdinand Alexander», relata. Esta aclaración histórico-geográfica explica por qué el nieto del legendario constructor del «escarabajo» Ferdinand Porsche decidió establecer su agencia de diseño en esta provincia alpina y no en Stuttgart o en el cualquier otro lugar: aquí es donde estaban sus raíces.

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Vestido de rayas: las ranuras, creadas mediante láser, no son mera decoración, sino que permiten presionar el bolígrafo para meter y sacar la punta.

Ferdinand Alexander Porsche era el responsable de diseño en la empresa familiar, Porsche, cuando a comienzos de los años sesenta diseñó un automóvil que le catapultó de inmediato al olimpo de los diseñadores: el icónico Porsche 911. De su pluma salieron también muchos coches de carreras. Sin embargo, cuando su padre Ferry Porsche decidió convertir la empresa en una sociedad anónima, entendió que había llegado el momento de irse.

El «Chronograph I», otra genialidad de F. A.

En el año 1972, Ferdinand Alexander Porsche, sin renunciar a su oficio de diseñador, se hizo autónomo y se estableció por su cuenta. Su primer proyecto fue un asunto puramente familiar. Así, F. A., como se le conocía y se le conoce internamente, recibió el encargo de diseñar un reloj para la sociedad anónima Porsche AG. La empresa quería un objeto original y de calidad para regalárselo a sus mejores empleados y a algunos clientes escogidos. El grupo le garantizaba un pedido mínimo y F. A. consiguió realizar una nueva genialidad del diseño de productos: el «Chronograph I», el primer reloj con caja y esfera completamente negras. Para ello, F. A. se inspiró en las cabinas de pilotaje de los coches de carreras y los aviones, donde el negro es el color predominante porque absorbe los molestos reflejos de los cristales.

«Pero, además, en aquella época se estaba fraguando la moda del negro», explica Heiler. «Así que a partir de 1972 los embellecedores y los marcos de las ventanillas del 911 dejaron de ser cromados y pasaron a ser negro mate. Una idea que había impulsado el propio F. A. cuando todavía era el jefe de diseño».

Con el «Chronograph I», F. A. sentó las bases de su estudio. El «objeto fundacional» fue, y es, todo un éxito de ventas y, además, se ha convertido en el símbolo de la filosofía del estudio: la forma tiene que estar siempre, por encima de todo, al servicio de la función. Una máxima a la que Heiler se ha mantenido fiel. No en vano, su carrera profesional está ligada casi íntegramente a la marca Porsche: primeros pinitos como aprendiz de diseño técnico en Zuffenhausen, diploma en el reputado Royal College of Art de Londres, regreso a Porsche como diseñador júnior («dibujando solo tubos de escape y alerones») y director del Porsche Styling Studio de California. Su gran momento llegó cuando, en 2004, F. A. comenzó a retirarse poco a poco del negocio diario. La matriz de Zuffenhausen, Porsche AG, quería evitar a toda costa que un estudio con ese nombre acabara en manos ajenas a la familia, por lo que adquirió dos tercios de las participaciones y llamó a Heiler de California a Zell am See.

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«En Porsche Design damos siempre prioridad a la función». - Roland Heiler, director general

Diseño de vanguardia desde 1972

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Ferdinand Alexander Porsche: En 1972, el primogénito de Ferry Porsche fundó el «Studio F. A. Porsche», un estudio independiente dedicado al diseño de productos. Nacido en 1935, «F. A.», como se le conocía internamente, abandonó tras dos semestres los estudios en la escuela superior de diseño de Ulm para trabajar en el diseño de las carrocerías de Porsche. Allí fue donde, a principios de los sesenta, creó su gran obra maestra: el 901 presentado por Porsche en 1963 y que alcanzó el estatus de icono atemporal bajo el nombre de 911. «Porsche Design» pertenece a Porsche AG desde 2003. Ferdinand Alexander Porsche falleció en 2012 a los 76 años.

Oficialmente, la agencia de diseño se llama hoy «Studio F. A. Porsche». Por un lado, este nombre permite diferenciarla de Porsche AG y, por otro, evita confusiones, ya que el estudio no es lo mismo que «Porsche Design». Este último es el nombre de marca de los productos de gama alta fuera del universo Porsche. Estos constituyen aproximadamente un 30% de la actividad del estudio. Pero el grueso del negocio procede de los diseños que les encarga la industria y que no tienen nada que ver ni con el fabricante Porsche ni con la automoción. Ejemplos: los nuevos asientos de la clase business del A350-1000 de la compañía aérea Cathay Pacific, que con solo pulsar un botón se convierten en una cama completamente plana. O el piano eléctrico único en el mundo de la empresa Alpha Pianos, cuyo diseño responde a la estética de un piano clásico de cola. En sus 45 años de historia, hay pocos objetos a los que no hayan dado forma: gafas, artículos de oficina, muebles… incluso tranvías. «También hemos diseñado pistolas para pintar y una rellenadora de cápsulas para una empresa farmacéutica», añade Christian Schwamkrug, director de diseño y subdirector general de la empresa. Las palabras brotan a borbotones de la boca de este hombre de 59 años cuando enumera todos los artículos que ejemplifican la filosofía del estudio («algunos tan clásicos como las gafas de sol con lentes intercambiables, no solo llamativas estéticamente sino también muy prácticas y flexibles», asegura) o cuando se deshace en elogios sobre las superficies de aluminio pulido que han marcado el diseño de cocinas durante dos décadas.

Schwamkrug toma un objeto de la vitrina de la sala de exposiciones: «Este bolígrafo resume a la perfección nuestra forma de pensar y de diseñar», afirma. A primera vista, se trata de un bello bolígrafo de acero con finas ranuras horizontales. «Evidentemente», explica Schwamkrug con ojos brillantes, «las ranuras no son solamente decoración, sino que son la parte visible de toda una estructura de meandros realizados con láser que se extienden a lo largo de la carcasa en forma anillos. Cuando se ejerce presión sobre ella, se pone en marcha el mecanismo que hace entrar y salir la mina. Todo elemento tiene una función, y la función es siempre lo primero. La estructura no tiene por tanto una base decorativa, sino funcional. Se trata de un diseño dirigido por ingenieros».

Este mismo precepto también se aplica a nuevos productos en el ámbito del entretenimiento y la comunicación. Un buen ejemplo de ello es el «911 Soundbar», un sistema de sonido para el salón cuya caja de resonancia es el silenciador del Porsche 911 GT3. Otro ejemplo de esta filosofía es el smartphone de lujo Porsche Design Huawei Mate 9, que combina prestaciones geniales con innovaciones técnicas y una inconfundible impronta estética. De esta forma, el elegante teléfono cumple los exigentes requisitos que se imponen en Zell am See a los productos electrónicos, además de marcar la hoja de ruta para otros productos que ya están en fase de planificación.

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«Nunca me he planteado irme a otro sitio». - Christian Schwamkrug, director de diseño

Con el coche hasta la 60ª planta

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Entre las actividades incorporadas recientemente por  el estudio se encuentran proyectos de una dimensión completamente nueva: bloques residenciales de alta tecnología con interiores de lujo diseñados íntegramente por el estudio y conocidos como Porsche Design Towers. La Porsche Design Tower de Miami está ya casi terminada y será «el primer rascacielos en el que literalmente se podrá acceder con el coche hasta el apartamento, ya que el edificio cuenta con ascensores para vehículos en sus 60 plantas», explica Schwamkrug. El estudio también ha influido en el diseño exterior del bloque. Así, por ejemplo, los balcones semiacristalados y aterrazados que protegen de las inclemencias del Atlántico, parten de ideas procedentes de Zell am See. Y Miami es solo el principio. En Europa, la primera Design Tower de Porsche está prevista para 2019, y en Brasil y Kuala Lumpur, la capital de Malasia, pronto podrían alzarse sendos rascacielos de apartamentos según la filosofía de Porsche Design.

Por su parte, en Zell am See muchas cosas siguen recordando aún los comienzos del estudio y su célebre fundador. Así, a pesar de su fallecimiento en 2012, el despacho de Ferdinand Alexander, desde el que tenía vistas a la finca familiar, ha permanecido prácticamente inalterado hasta hoy. Aquí es donde se cierra el círculo. Actualmente los diseñadores trabajan junto con la Porsche Design Timepieces AG en un concepto de reloj nuevo y altamente innovador. Y también este reloj demostrará ante todo que la filosofía de F. A. Porsche sigue teniendo hoy plena vigencia y es visible en todos los objetos.

Texto Jan Van Rossem
Fotografía Thorsten Doerk