Origen

Ferdinand Porsche nació en 1875 en Maffersdorf, una localidad del norte de Bohemia que hoy se llama Vratislavice y pertenece a la República Checa. Hace seis años el fabricante de automóviles Škoda compró la casa natal de este pionero de la automoción. La propiedad ha sido fielmente reconstruida y abierta al público. Visitarla es como viajar al siglo XIX y permite percibir el auge que se vivía por entonces.

«Este lugar es especial», afirma con entusiasmo Andrea Frydlová. «Aquí se puede experimentar no solo la vida y la importancia de Ferdinand Porsche, sino también la fuerza innovadora que tenía esta región a finales del siglo XIX». La dirección de este «lugar especial» es Tanvaldská 38, Vratislavice nad Nisou. Hace 142 años formaba parte de la calle principal de Maffersdorf. En el terreno se hallaban la residencia y el taller anexo del maestro del metal Anton Porsche y su esposa Anna. Allí vino al mundo Ferdinand, tercero de cinco hijos, el 3 de septiembre de 1875.

Hoy la propiedad vuelve a tener casi el mismo aspecto que entonces: una meticulosa valla, un patio pavimentado, un cuidado jardín delantero y la casa y el taller en medio. «La reconstrucción y renovación de la propiedad fue compleja y larga... y el resultado ha sido magnífico», dice Frydlová. Esta historiadora de arte es directora del museo Škoda en Mladá Boleslav, a solo 50 km, y al mismo tiempo dirige la casa natal de Ferdinand Porsche recientemente abierta al público. Esta fue adquirida en 2011 por el fabricante checo de automóviles Škoda, que se ocupó de darle el aspecto que ahora tiene. La casa natal de Porsche y el museo Škoda forman ahora un tándem que vela por la tradición en el norte de Bohemia. Una entrada combinada permite visitar ambas exposiciones.

«La exposición en la casa natal de Ferdinand Porsche está dividida en tres áreas: espíritu ingeniero, movilidad y familia», explica Frydlová. Esta exposición se inscribe en la región, que a finales del siglo XIX era un centro de industrialización y como tal el entorno ideal para un joven ávido de saber y con ganas de experimentar como Ferdinand Porsche. Además, muestra la influencia que los diseños e inventos de Porsche ejercen hasta hoy en el mundo de la automoción.

Cada visitante recibe un iPad en la entrada con el que puede emprender un viaje de descubrimiento guiado por sus propios intereses. En cada pieza de la exposición hay un pequeño símbolo que se puede escanear con la tableta. Así el visitante tiene acceso a una gran cantidad de información adicional, fotos o vídeos, pudiendo decidir por sí mismo hasta dónde quiere profundizar en cada tema. Con solo deslizar el dedo por la pantalla, el visitante se sumerge en la efervescente juventud de Ferdinand Porsche, que alberga planes muy distintos a los que su padre tiene para él. Inicialmente era su hermano mayor, Anton Porsche, quien debía hacerse cargo del negocio de trabajo del metal, pero fallece en 1888 en un accidente en el taller. Como consecuencia, Ferdinand Porsche ocupa el puesto de sucesor a la cabeza de la empresa. Tras ocho años de escuela, en 1889 empieza una formación como aprendiz en el negocio paterno.

Pero mucho más que los tubos y las roscas, a este joven de 14 años le interesa la electricidad. Por eso visita siempre que puede la fábrica de hilatura mecánica Ginzkey, situada tan solo un par de calles más allá. Por aquel entonces, Ginzkey es la empresa más grande de Maffersdorf y su fama se extiende mucho más allá de las fronteras de Bohemia. En ella traquetean unos 250 telares mecánicos que fabrican sobre todo mantas y alfombras. Años más tarde, en la década de los veinte, se teje allí la alfombra más grande del mundo de aquel entonces para el hotel Waldorf Astoria de Nueva York.

Ferdinand Porsche está tan fascinado con la ultramoderna instalación eléctrica de esta factoría que a escondidas empieza a experimentar en casa con electricidad. Entre otras cosas equipa sus patines de hielo con unas lámparas a pilas que llaman mucho la atención en el estanque helado del lugar. Sin embargo, su padre Anton no comprende semejante afán innovador y le prohíbe hacer experimentos con la electricidad.

Su madre, Anna Porsche, es de otro parecer. Muestra comprensión por la sed de saber de su hijo y convence a su marido para que por lo menos le deje asistir a los cursos nocturnos de electrotecnia de la Academia Profesional Imperial y Real, en la cercana localidad de Reichenberg, hoy Liberec. Ferdinand Porsche aprovecha esta oportunidad y pronto el padre habrá de sentirse muy orgulloso de su hijo: en 1893, Ferdinand Porsche instala luz eléctrica y un timbre eléctrico en la casa de sus padres, que se convierte así en el segundo edificio de Maffersdorf con instalación eléctrica después de la fábrica Ginzkey.

Ese mismo año, Ferdinand Porsche abandona Maffersdorf y se traslada a Viena. Más tarde, su hermano pequeño, Oskar, pasará a hacerse cargo de la empresa paterna. Ferdinand Porsche, en cambio, combina sus conocimientos electrotécnicos con un invento aún reciente llamado automóvil. El resultado son un vehículo con motores en los cubos de las ruedas, el primer automóvil híbrido y el primer automóvil con tracción total del mundo. En 1902, Ferdinand Porsche va a su ciudad natal con el modelo híbrido «Mixte» de Lohner-Porsche. Quiere mostrar el vehículo, pero sobre todo quiere presentar a su novia, Aloisia Johanna Kaes, a sus padres. La exposición muestra una foto que da testimonio de esta visita.

También se puede ver una reconstrucción del primer automóvil híbrido diseñado por Porsche, el «Semper Vivus» de Lohner-Porsche. Esta pieza ocupa un lugar central en la exposición. El nombre latino de este prototipo híbrido significa «siempre vivo». Se refiere a la tecnología de tracción del vehículo, que fue desarrollada en el año 1900 y constaba de dos motores eléctricos montados en los cubos de las ruedas y dos motores de explosión monocilíndricos. Estos últimos impulsaban un generador que cargaba continuamente las baterías durante la marcha. El concepto funcionaba tan bien que este automóvil, el primer híbrido operativo del mundo, tenía una impresionante autonomía de 200 kilómetros.

Este coche constituye un hito en la historia de la automoción y, sin embargo, fue solo el inicio de la carrera profesional de Ferdinand Porsche, que habría de estar repleta de invenciones. En él ya se puede reconocer el extraordinario impulso innovador de este hijo de un maestro del metal de Maffersdorf. Su casa natal es un lugar ideal para exhibir este vehículo. Pero también sus otras ideas y soluciones técnicas seguirán, al igual que su prototipo híbrido, siempre vivos.

En 1893, a los 18 años, Ferdinand Porsche deja la casa de sus padres en Maffersdorf y se va a Viena, donde entra como mecánico en la empresa Vereinigte Elektrizitäts-AG. Allí desarrolla el famoso motor eléctrico integrado en el cubo de la rueda. En 1899, Porsche se pasa a la Lohnerwerke, por entonces la fábrica de carruajes más grande de Austria. Allí diseña el primer automóvil híbrido operativo y el primer vehículo con tracción total del mundo. En 1906, Porsche deja la Lohner y pasa a trabajar como diseñador jefe de la Austro-Daimler en la Wiener Neustadt.

En 1923 Ferdinand Porsche encarga la construcción de esta villa de estilo rural basada en planos de los arquitectos de Stuttgart Paul Bonatz y Friedrich Eugen Scholer y ubicada en el número 48 de la calle Feuerbacher Weg. Porsche acaba de entrar a formar parte de la junta directiva de Daimler. En 1934 se añade a la villa un ala lateral con garajes y un taller. Allí se crean, en 1935, los dos primeros prototipos del «KdF-Wagen», que con el nombre de Escarabajo de Volkswagen impulsa la movilidad de masas tras la Segunda Guerra Mundial. Hoy la casa aloja a los huéspedes de la familia Porsche.

En 1928 Ferdinand Porsche abandona la Daimler-Benz AG de Stuttgart, por lo que a principios de 1929 se traslada a Alta Austria, donde entra en la Steyr-Werke como director técnico. Allí diseña, entre otros automóviles, el Steyr Austria, con motor de ocho cilindros y una potencia de 100 CV. A medida que la Steyr empieza a colaborar estrechamente con la Austro-Daimler, el margen de libertad de Porsche se ve cada vez más limitado, por lo que Porsche termina su relación laboral en 1930. En 1934, surge la Steyr-Daimler-Puch AG.

El 25 de abril de 1931, Ferdinand Porsche funda la «Dr. Ing. h.c. F. Porsche GmbH de Diseño y Asesoramiento para la Construcción de Motores y Vehículos», con sede en el número 24 de la calle Kronenstrasse de Stuttgart, no lejos de la estación central de trenes. Empiezan a trabajar 20 empleados, entre ellos su hijo Ferry Porsche. En la Kronenstrasse se trazan los planos para automóviles de Zündapp y NSU, para un coche de carreras de 16 cilindros de la Auto Union y para el primer Volkswagen, más conocido como «Escarabajo». El edificio existe aún hoy en día.

En los años treinta, durante un viaje en coche Ferry Porsche se fija en esta granja de 600 años situada en un pasto de alta montaña localizado por encima de Zell am See. Ferdinand Porsche compra la propiedad en 1941. La familia la usa primero como residencia de vacaciones y luego se refugia en ella huyendo de las turbulencias de la guerra. En la capilla ubicada al lado están enterrados los miembros de la familia. Schüttgut sigue siendo una finca agrícola con 140 reses. Actualmente es propiedad de Wolfgang Porsche.

A finales de 1944, después de que los aliados hayan bombardeado Stuttgart, Ferdinand Porsche traslada su empresa a una antigua serrería del distrito de Karnerau, en el municipio de Gmünd. Hasta el final de la guerra la oficina técnica de Porsche trabaja aquí en proyectos militares. A partir de 1946 se producen tractores ligeros, cabrestantes y turbinas de agua. En 1948 Ferry Porsche hace realidad su visión del deportivo perfecto con el modelo 356. El primer biplaza fabricado allí tiene el número de chasis 356-001.

Texto Sven Freese
Fotografía Thorsten Doerk, Porsche