Montaje final
Un hito en la historia de la restauración: el Porsche 911 T vuelve a ser nuevo
Elegante, esbelto, deportivo y bello. Cuando el trabajo de casi un año termina tan brillantemente, los curtidos expertos de
“Revivir la pasión”, la campaña común del
¿Qué da másplacer, conducirlo o admirarlo quieto en el garaje? Una cuestión que deberá resolver el nuevo propietario del 911 T. ¡Lo más probable es que no pueda resistir la tentación de conducirlo! Un
El montador marcó el comienzo. Una vez finalizado el 911 T comprobó todas las funciones con el vehículo parado: claxon, luces, frenos, elevalunas y todo el sistema eléctrico. A continuación se midió el 911 y se ajustó de manera óptima el chasis y la altura del vehículo. En el banco de ensayos los frenos debían superar una prueba de resistencia. El primero en subir las revoluciones del 911 fue como siempre el supervisor de taller. Durante la prueba de funcionamiento en carretera anotó las posibles anomalías con suma precisión. Por ejemplo, ruidos que pueden indicar que en algún lugar hay una pieza que no está montada óptimamente. A la vuelta se trabaja con la lista para optimizar el vehículo. Entonces le tocó el turno al jefe de taller, Jochen Bader. Este repitió el recorrido y anotó posibles defectos según su percepción. También las notas de esta lista se implementaron después en el vehículo. Dos caracteres y dos opiniones distintas con un mismo objetivo: un vehículo en condiciones óptimas de funcionamiento.
Así pues, el
Tras la inspección técnica y la prueba de conducción tuvo lugar la auditoría, una prueba de calidad de la capa exterior con arreglo a las especificaciones de
Tras ello finalizó el trabajo de los especialistas de
El 911 T está listo para la carretera... y para su nuevo dueño. El jefe de taller, Jochen Bader, acompañará al vehículo personalmente hasta el aeropuerto de Stuttgart para supervisar el bloqueo y el embalaje de la importante mercancía en palets de aluminio. ¡Adiós, 911 T! ¡Que tengas un buen viajey un largo futuro!