Héroes infantiles
Viejos amigos. En su libro Kinderzimmerhelden, literalmente, «los héroes del cuarto de los niños», Christian Blanck ha retratado coches de seis décadas. Los recuerdos de infancia ahora también se encuentran en una edición exclusiva de
El fotógrafo se aproxima a su objeto casi con ternura. Va cambiando de posición, prueba con distintos ángulos, varía la iluminación… Hace ya cuatro años que Christian Blanck se embarcó en un peculiar viaje en el tiempo. Hoy tiene ante la cámara un
Pero Christian Blanck no realiza sesiones de fotos al uso. De hecho, aquí las luces y los flashes brillan por su ausencia: las abolladuras y los rayones del
Christian Blanck se dedica a convertir recuerdos infantiles en imágenes. En 2015 salió a la luz su primer libro, Kinderzimmerhelden. Más de 300 páginas con automóviles en miniatura de Matchbox, Siku, Majorette, Dinky Toys o Hot Wheels. Llenos de golpes, pintadas y arañazos, se pueden definir como «usados», una palabra que describe los distintos grados de uso de forma muy inexacta. Blanck los fotografía todos porque para él no son solo juguetes: con sus fotos transporta al observador a su propia infancia. El libro ha sido todo un éxito y la primera edición está prácticamente agotada.
«Todos nos acordamos de las experiencias y las aventuras vividas con nuestros coches de juguete», dice Blanck. Recordamos los intentos de reparación destornillador en mano, los castañazos desde el tercer piso y, por supuesto, aquellas colisiones de prueba cuando, tomando un coche con cada mano, extendíamos los brazos al máximo para después hacerlos chocar frontalmente con fuerza. A él, el recuerdo le sobrevino undomingo por la mañana jugando con su hijo Niklas, que entonces tenía dos años, en el suelo del salón. Entonces sacó su smartphone para hacer un par de fotos. «Estoy completamente seguro de que con coches intactos o recién comprados la idea no hubiera funcionado», reflexiona Blanck. Y es que son precisamente las heridas de guerra las que colman la cabeza de recuerdos.
Pero una cosa son los coches en miniatura envejecidos por el paso del tiempo y otra muy distinta crear un libro con ellos y tener éxito. Para ello se necesita un talento especial. Blanck se gana la vida como consultor estratégico autónomo. Es a ello a lo que dedica su tiempo cuando no está buscando, clasificando o fotografiando coches. Él dice que su trabajo consiste en «ayudar a nacer nuevas marcas, productos e ideas». También colabora con un grupo de rock, al que ayuda a hacerse un hueco en las listas de superventas. Blanck estudió Ciencias Políticas e Historia con la intención de ser periodista, pero, tras realizar unas prácticas, en lugar de ello terminó convertido en estratega y viajando 200 días al año por todo el mundo con la caravana que rodea a la Fórmula 1. Después realizó campañas para agencias de viajes y fabricantes de artículos deportivos. También tiene su propia colección de joyas, «Die blancke Liebe», formada por collares y pulseras hechos a base de madera, resina de palma y colores naturales. Todo ecológico.
La mujer de Blanck dice que no hay un hilo conductor que una las distintas facetas de la vida laboral de su marido. Pero él tiene otra opinión: «El hilo conductor es que yo no me subo a los trenes cuando ya están en marcha, a mí lo que me gusta es echar a rodar nuevos proyectos». Es el mismo principio que rige sus libros de automóviles. «El producto tiene que ser perfecto, lo demás ya se resolverá de una forma u otra», afirma. Y así es como no solo aprendió fotografía, pues Kinderzimmerhelden está más cerca de la obra de arte que de un libro. Basta tener un ejemplar entre las manos para darse cuenta: impresión y encuadernación son de alta calidad, la impresión de los cantos es única. Los héroes siguen siendo un hobby, pero uno que cada vez exige más tiempo. Ya está preparando la segunda edición, y desde otoño hay a la venta un juego de cartas y un calendario de adviento, aparte del primer proyecto de la marca: los Kinderzimmerhelden en la Edición
Blanck ya no tiene que preocuparse por conseguir material nuevo para sus sesiones de fotos. Desde las primeras fotos, amigos, compañeros y conocidos aprovechan cualquier oportunidad para buscar coches de juguete usados. El donante de más edad es un vecino de 70 años. Los coches de la Edición
Texto Ole Zimmer
Fotografía Christian Blanck
Christian Blanck
El autor vive con su mujer Nele y sus hijos Niklas y Henri en Stuttgart. Encontró sus primeros héroes en el desván de la casa de sus padres: dos cajas llenas de recuerdos de infancia.
Kinderzimmerhelden – Das