Porsche - Trazos de otro tiempo

Trazos de otro tiempo

El cuaderno del ingeniero. La historia de la marca Porsche arranca en el año 1948 con el modelo 356. Sin embargo, las raíces de la empresa se encuentran en la oficina de ingeniería de Ferdinand Porsche. La primera libreta de pedidos, que data de 1930, muestra la fase start-up del mito de la automoción.

Reposa dentro de una caja fuerte gris situada en el interior de una estancia climatizada. Es la primera libreta de pedidos de la oficina de ingeniería Porsche, a buen recaudo en el archivo del Museo Porsche y protegida mediante un sistema ignífugo. En esa vieja libreta, con fecha de 21 de agosto de 1930, está el pedido nº 1. Se fabricaban componentes sueltos para un «motor Hesselman», una forma híbrida entre un diésel y un gasolina. Innovando desde el primer día. El pedido nº 7 tiene ya una dimensión distinta: «Proyecto de coche», se puede leer en la libreta. La empresa Wanderer pretendía motorizar a las masas y buscaba un diseño que permitiera convertir, de forma rentable y económica, un producto de lujo, como era entonces un automóvil, en un producto asequible para todos. Una gran idea, como se demostraría más adelante. La agenda de pedidos de los primeros años da cuenta de cómo Ferdinand Porsche y su modesto equipo de solo 19 empleados pusieron en práctica la visión de la ingeniería creativa.

El ingeniero Porsche inscribió su empresa en el registro mercantil el 25 de abril de 1931. Por tanto, es a partir de ese día cuando comienza a existir oficialmente la sociedad limitada Dr. Ing. h. c. F. Porsche GmbH, Diseño y asesoramiento de motores y vehículos, con sede social en Stuttgart. Los primeros cinco proyectos se habían realizado en 1930 en St. Ulrich, Austria. Allí se encontraba el tablero de dibujo en el dormitorio de Ferry, el hijo de Ferdinand. La oficina se trasladaría a principios de 1931 a Stuttgart, a un local alquilado del centro de la ciudad. En aquella época, la idea de montar una oficina de ingeniería neutra era algo inédito dentro del sector automovilístico. Ferdinand Porsche no tenía la intención de fabricar sus propios automóviles, sino que pretendía ejecutar proyectos técnicos para distintos clientes y cobrar derechos de licencia y patentes. La primera libreta de pedidos es así un valioso documento de cómo la oficina Porsche se convirtió en una innovadora semilla de la industria automovilística alemana.

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La firma del hijo

Las principales fuentes de los inicios de la historia empresarial son el primer «cuaderno de bocetos» y las cuatro libretas siguientes. Todos ellos documentan el periodo comprendido entre 1930 y 1945 y contienen unos 300 proyectos. El 30 de enero de 1931 aparece por primera vez la firma «Porsche». Escrito a mano con caligrafía juvenil se puede leer «biela con tornillo y tuerca». La entrada nº 9 fue realizada por Ferry Porsche cuando aún era un aprendiz, antes de convertir la oficina de proyectos en la empresa de automóviles Porsche.

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Con W de Wanderer: el primer gran proyecto

Mientras que los primeros cinco proyectos se llevaron a cabo en Austria, el modelo 6 fue el primer pedido realizado tras el traslado a Stuttgart. Se trataba de un «freno de tambor dúo servo», una construcción modesta en comparación con lo que vendría más adelante y nada que ver con el pedido nº 7, un coche que más tarde haría historia como Wanderer W21/22. En el fichero original de Ferdinand Porsche aún se encuentra la dirección en el espacio reservado a la letra W.

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El coche Zündapp: la semilla

En 1932, Porsche recibió el encargo de diseñar un coche para el fabricante de motocicletas Zündapp. La empresa, en plena crisis, pretendía ganar con ello una nueva perspectiva. Sin embargo, a raíz de la revitalización del mercado de la motocicleta, el proyecto se detuvo. Aun así, el trabajo invertido en el modelo 12 no fue en vano, ya que fue la primera vez que se manifestaba la idea de lo que un día sería el llamado coche del pueblo o «Volkswagen» (modelo 60), la materialización de la visión de Porsche. El 27 de abril de 1934, Erwin Komenda realizó el primer dibujo para el proyecto modelo 60, como muestra la anotación «Volkswagen-Projekt».

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Un coche hecho para competir

La primavera de 1933, la oficina de proyectos Porsche recibió un encargo por parte de Auto Union que consistía en diseñar un coche de carreras de 16 cilindros en consonancia con las reglas de la nueva fórmula de carreras de 750 kilogramos. Ya en diciembre de 1932, meses antes de cerrar el contrato, el equipo de Porsche comenzó con la fabricación del coche de carreras P, concebido con motor central, como modelo 22. El legendario coche de carreras Auto Union de Gran Premio estableció nuevos estándares dentro del mundo automovilístico.


Texto Dieter Landenberger
Fotografía Markus Bolsinger