Mid-Ohio Sports Car Course, Ohio/EE.UU., 24 de agosto de 2001. «Inconducible». Este es el tajante dictamen de los pilotos de carreras cuando se refieren a un vehículo que no responde a sus expectativas. Es el caso de Sascha Maassen y Lucas Luhr antes de la octava carrera en la American Le Mans Series (ALMS). Los dos alemanes se encuentran entre los favoritos de la clase GTS con su Porsche 911 GT3 RS de la generación 996. Pero después de los entrenamientos libres, Maassen y su compañero de equipo se quejan de un «terrible subviraje». Es decir, «inconducible». ¿Qué se puede hacer si el coche no quiere tomar la curva?
El jefe de equipo, Alex Job, tiene de por sí una buena baza con estos dos pilotos oficiales, pero todavía le queda un as en la manga: Roland Kussmaul. Este ingeniero de Porsche, que cuenta con una formidable experiencia, tiene que buscar alguna solución y… ¡da con la idea adecuada! Sin sospechar nada y sin demasiadas esperanzas, Maassen se dispone a realizar el entrenamiento cronometrado. «Cinco minutos antes de empezar, Roland está de pie junto al coche comiendo una manzana y me dice como por casualidad: ‹Por cierto, Sascha, ya se acabó el subviraje›», recuerda Maassen. Y, efectivamente, Maassen tiene la sensación de estar al volante de otro coche. Percibe una diferencia «como de la noche al día». ¿Qué ha cambiado Kussmaul? ¿Los muelles? ¿La suspensión? ¿Los ángulos de inclinación de la rueda y los de caída? La respuesta: el diferencial. Este mecanismo compensador tiene una clara influencia en el comportamiento de conducción, especialmente en vehículos de tracción trasera como el Porsche. Gracias a un menor efecto de bloqueo, el bólido con el número de salida 23 vira con más ganas en las 13 curvas del circuito de Ohio.
Maassen tiene que acostumbrarse primero al nuevo comportamiento del vehículo. Quema tres veloces vueltas en el asfalto, pero todavía le faltan dos décimas de segundo para conseguir el mejor tiempo. «¿Qué puesto ocupo?», pregunta Maassen. «El segundo», le contesta Job por radio. «Dadme dos vueltas más. ¡Lo conseguiré!», pide Maassen. «Está bien…», le llega la respuesta dubitativa desde el box. Pero Maasen cumple con su palabra: tras una vuelta moderada para enfriar los neumáticos, con 1:24,451 minutos Maassen resulta ocho milésimas de segundo más rápido que los rivales más duros de BMW. Durante la carrera, Porsche no va a la cabeza, pero Maassen/Luhr van cómodamente en la tercera posición hasta que cuatro minutos antes del final se rompe el árbol de transmisión en la parte trasera izquierda. Obtienen el sexto puesto. Sascha Maassen ha participado en más de 100 carreras con Porsche. «Pero un cambio en el comportamiento de conducción como en Ohio no lo había vivido nunca ni lo he vuelto a vivir nunca más».
Texto Franz Ponder
Fotografía Richard Prince
24/08/2001
8a Carrera para la American
Le Mans Series (ALMS)
Mid-Ohio Sports
Car Course, Ohio/EE.UU.
3,621 kilómetros de circuito
Porsche 911 GT3 RS